Cada vez se reconoce más el papel primordial de las empresas como piezas clave de un medio ambiente sano, y para avanzar en la lucha contra el cambio climático, así como su papel fundamental para lograr una transición justa, una transición basada en la equidad y la participación de todas las partes interesadas. En tal sentido, cabe además considerar a las empresas como lugares donde trabajan personas, y no solo desde la perspectiva de cómo se producen los bienes y servicios. De hecho, el lugar de trabajo es allí donde las oportunidades comerciales en la economía verde toman forma, y donde los trabajadores y los empleadores, en sus respectivas capacidades, pueden cambiar los procesos de producción a fin de mejorar el rendimiento de los recursos, reducir la presión sobre el medio ambiente y lograr empresas más ecológicas.
Subvencionado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.