En 2009, la IUSSP (International Union for the Scientific Study of Population) encuestó a sus afiliados sobre sus temas de investigación, los campos de aplicación práctica de su trabajo, los problemas demográficos actuales que consideraban más importantes y las políticas requeridas para enfrentarlos. Las respuestas de casi 1.000 demógrafos de todo el mundo confirmaron una abrumadora primacía temática del envejecimiento (aging). Era un cambio notable respecto a la preocupación casi obsesiva, en las décadas anteriores, por el rápido crecimiento de la población mundial, especialmente el del llamado Tercer Mundo, y por las políticas para reducir la fecundidad y frenar la “explosión demográfica”.
Sin embargo, no se había producido cambio técnico o metodológico alguno que justificara un giro como ese. Tampoco la proporción de personas mayores en el mundo, en aumento sostenido pero todavía escasa, había experimentado ningún cambio brusco. La centralidad temática para los científicos era el resultado de
la paralela centralidad política que la vejez había alcanzado súbitamente en los años ochenta.