El turismo es uno de los principales sectores de la economía española, a la que contribuye con 125.529 millones de euros, lo que supone el 11,2% del PIB. Dado que es intensivo en personas, esto se traduce en una aportación todavía superior como generador de empleo, creando el 13,3% del empleo nacional gracias a los 2,5 millones empleados en las ramas relacionadas con el turismo, a la cabeza de los países de la OCDE. Su carácter estratégico no sólo se basa en su papel central en el sistema económico y como motor del mercado laboral, sino también en su transversalidad y gran efecto de arrastre y multiplicador sobre el resto de actividades productivas, además de impulsor de la cohesión y el equilibrio territorial por su extensión sobre el conjunto de la economía española.
El turismo contribuye adicionalmente a la mejora de la reputación internacional de España, por cuanto se posiciona tanto a nivel país como empresarialmente entre los líderes mundiales de la industria. Como reflejo de ello, el sector turístico español lidera el ranking de competitividad turística mundial elaborado por el World Economic Forum, ocupa la segunda posición mundial por volumen de ingresos, con 54,5 mil millones de euros, solo por detrás de EE.UU., y la tercera por número de turistas, con 75,6 millones en 2016. Dentro de la Unión Europea, España es el destino turístico preferido y el estado miembro que mayores ingresos turísticos netos genera 8.