Las políticas educativas solo pueden ser eficaces si quienes son responsables de aplicarlas participan en su formulación. En algunos países, la participación de los sindicatos de docentes ha redundado en una mejora de las políticas concebidas para ayudar a los alumnos desfavorecidos. En algunas partes del mundo, los sindicatos de docentes revisten una importancia decisiva para la calidad de la educación y mantienen unas relaciones de trabajo en gran medida positivas con el gobierno y los empleadores locales del sector de la educación. La mayoría de los países que logra los mejores resultados en las evaluaciones educativas internacionales tiene sindicatos fuertes que participan en la formulación de la agenda de reforma de la educación. Los sindicatos proporcionan información importante sobre las condiciones actuales de la enseñanza y el aprendizaje. En algunos contextos, facilitan infraestructura para aquellos sistemas educativos en los que no existe esa capacidad. Algunos pueden promover la innovación, permitiendo la aparición de prácticas educativas nuevas de las que se tiene necesidad. (Bascia, 2013)
Subvencionado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.