¿Quién puede decir que en la perspectiva que se abre después del diagnóstico, se vislumbra un camino sencillo? Seamos sinceros. Nadie está preparado para asumir rápida y fácilmente la aparición de una enfermedad cuya evolución conlleva limitaciones en actividades tan importantes como la movilidad, la comunicación o la alimentación. Pero ¿podemos hacer algo? ¿O se trata de asumir esta realidad con pasividad e indefensión? Por supuesto, podemos hacer algo, podemos hacer mucho… Todos: la persona, los familiares, los amigos, los profesionales, y la sociedad en general. En el fondo, afrontar los cambios que irán apareciendo es un proceso de aprendizaje. Cada uno desde nuestro rol, necesitaremos poner en marcha y desarrollar muchos recursos sobre los que nunca habíamos pensado.
Subvencionado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.