La escasez de empleo y la precariedad del mismo, con bajas remuneraciones, jornadas excesivas, que apenas dan espacio al tiempo de descanso, la temporalidad en la contratación, la parcialidad indeseada, la discriminación por sexo, con su mayor exponente en la brecha salarial, la cada vez más baja protección social, un diálogo social debilitado, etc., son algunas de las características del empleo en la actualidad. Grave contraste con una sociedad en la que la economía de la abundancia y los altos niveles de desarrollo permiten, a unos pocos, cotas de bienestar cada vez más altas que, parece, se construyen sobre el malestar de amplios sectores de la población.
Subvencionado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.