En el mercado de trabajo actual, las competencias más demandadas son aquellas que permiten adaptarse a los cambios, resolver problemas, trabajar en equipo y comunicarse eficazmente. Estas competencias se conocen como transversales o blandas, y son las que marcan la diferencia entre los candidatos a un puesto de trabajo.
Algunas de las competencias transversales más valoradas son:
– La capacidad de aprendizaje continuo: se trata de estar dispuesto a actualizar y ampliar los conocimientos y habilidades según las necesidades del entorno laboral.
– La creatividad e innovación: se refiere a la habilidad de generar ideas originales y soluciones novedosas a los retos que se presentan en el trabajo.
– La inteligencia emocional: es la capacidad de reconocer y gestionar las propias emociones y las de los demás, así como de establecer relaciones positivas con los compañeros, clientes y superiores.
– La comunicación efectiva: es la habilidad de expresar y transmitir información de forma clara, precisa y persuasiva, tanto de forma oral como escrita, adaptándose al contexto y al público.
– El trabajo en equipo: es la capacidad de colaborar con otras personas para alcanzar objetivos comunes, respetando la diversidad, aportando valor y asumiendo responsabilidades.
Estas competencias transversales se pueden desarrollar y mejorar con la práctica, la formación y el feedback. Por eso, es importante que los profesionales las incluyan en su currículum y las demuestren en las entrevistas de trabajo, ya que son las que pueden marcar la diferencia entre conseguir o no el empleo deseado.