Iberoamérica está siendo escenario del surgimiento de una nueva generación de empresas cuyo propósito va mucho más allá del mero beneficio económico. Estas empresas adoptan fórmulas jurídicas diversas (desde cooperativas a empresas BIC) y se enmarcan dentro de distintas corrientes (como el emprendimiento social, la economía circular, la banca responsable o el comercio justo). Sin embargo, todas comparten un mismo objeti-vo: atajar los problemas medioambientales y sociales de nuestro tiempo valiéndose de la fuerza del mercado. Al igual que las empresas tradicionales, las empresas con propósito obtienen el grueso de sus ingresos a través de actividades comerciales que les permiten ser auto-suficientes, crecer y producir un impacto a gran escala. No obstante y como ocurre con las organizaciones sin ánimo de lucro y los gobiernos, su objetivo principal es generar un impacto positivo en el mundo gracias a sus productos, servicios, prácticas y/o beneficios; al tiempo que reducen al mínimo sus externalidades negativas
Subvencionado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.