La segmentación de los mercados laborales latinoamericanos – consecuencia de los elevados grados de heterogeneidad estructural y de la persistente división sexual del trabajo- limita la inserción laboral de las mujeres y las concentra en ciertos sectores y ocupaciones de la economía. Los cambios acelerados que se relacionan con las tecnologías digitales plantean nuevos escenarios para el mundo del trabajo. Esto, sumado al proceso en curso de envejecimiento de la población, supone desafíos y oportunidades para la autonomía de las mujeres y para lograr una inserción en el mercado laboral más igualitario. La dinámica de los cambios tecnológicos genera inquietudes e incertidumbre por los posibles efectos en la cantidad y calidad de los empleos. Es importante analizar los impactos en la organización del mercado del trabajo: la dinámica de la eliminación y el surgimiento de puestos de trabajo, las características de los futuros empleos y las competencias requeridas para los mismos. Por ello es relevante eliminar la brecha de capacidades y habilidades relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), áreas que se pronostican como de mayor empleabilidad, así como anticiparse a los procesos de automatización para evitar que los desplazamientos de puestos de trabajo afecten desproporcionadamente a las mujeres.
