En América Latina y el Caribe se están implementando diversos programas sociales para superar la pobreza y reducir las desigualdades a lo largo del ciclo de vida, como los programas de transferencias condicionadas, los programas de inclusión laboral y productiva, y las pensiones sociales. En este libro se ofrece un análisis actualizado de estos programas y su relación con la inclusión laboral, y se abordan los debates en curso sobre sus posibles incentivos y desincentivos a la oferta laboral, formalización y trabajo infantil entre la población destinataria. Considerando que la pobreza es un problema estructural de sociedades muy desiguales, se argumenta que la tesis de que las personas se encuentran en condiciones de pobreza por falta de esfuerzo propio es la expresión de un alto grado de prejuicio contra las personas en esa situación, quienes en su gran mayoría trabajan o buscan activamente un trabajo, pero presentan altos déficits de trabajo decente.
