En el plano mundial, las organizaciones de empleadores y de empresas (organizaciones empresariales, OOEE) y las organizaciones de trabajadores contribuyen a encontrar soluciones y a crear cohesión social y un Estado de derecho. La colaboración entre los interlocutores sociales se traduce en buena gobernanza, paz y estabilidad, y puede impulsar el progreso económico y social. Incluso en aquellos casos en los que los países experimentan situaciones disruptivas como un desastre, un conflicto o disturbios sociales, los esfuerzos personales y colectivos de los interlocutores sociales pueden contribuir de manera positiva a mejorar la estabilidad y el desarrollo económico, social y político inclusivo. En esta publicación se examina el papel que desempeñan los empleadores y los trabajadores, a través de sus correspondientes organizaciones, en las situaciones de crisis derivadas de conflictos y desastres. Se estudia la función de liderazgo que han desplegado las organizaciones empresariales con vistas a mantener un entorno de continuidad de la actividad económica y lo importante que es que las organizaciones sindicales ayuden a los trabajadores, en particular a los que se han vuelto vulnerables como consecuencia de una crisis. Cabe destacar que en el informe se examina la forma en que las organizaciones empresariales y las organizaciones de trabajadores han colaborado a través del diálogo social y otros medios de acción colectiva para promover la paz, prevenir las crisis, facilitar la recuperación y fomentar la resiliencia.
Subvencionado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.