La pandemia ha puesto de manifiesto el valor intrínseco del sector cultural y creativo como generador de cohesión social, recursos educativos o bienestar personal en tiempos de crisis. También ha socavado el potencial del sector para generar crecimiento económico, algo que demasiado a menudo se subestima. Sin embargo, la crisis mundial ha demostrado también los considerables desafíos que hay que afrontar para garantizar la preservación de la diversidad de las expresiones culturales en el mundo, tal y como preconiza la Convención de la UNESCO sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales (2005). Garantizar la diversidad de las expresiones culturales. Un nuevo informe de la UNESCO, titulado Re|Pensar las Políticas para la Creatividad, muestra que la ayuda al desarrollo dedicada a la cultura y el ocio está en declive y que, aunque el flujo de bienes y servicios culturales a nivel mundial sigue aumentando, se ha avanzado muy poco en la solución de la gran disparidad existente entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
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